miércoles, 31 de agosto de 2011

VIAJE DE IDA Y VUELTA

Hola amigos. Por fin os puedo colgar las fotos del viaje que realicé este verano a Barcelona. Fue un viaje de ida y vuelta aunque siguiendo caminos diferentes. A la "p'allá" vía el Valle del Jerte, siguiendo la N-110 visitando Ávila, Segovia y Soria, pasando por Zaragoza y desde Lleida por N-II llegar a Barcelona, tres días de cómodo viaje, en total.
A la "p'acá" era cuestión de tirar millas por la autovía circunvalando Madrid y haciendo noche en Talavera de la Reina.
Qué decir de esta pequeña escapada, era un viaje que venía planeando hace ya años y he de agradecer a Yolanda que me hiciera de canguro de las niñas durante la semana que estuve fuera (gracias compañera, eres un sol). Cuando miré las previsiones del tiempo supe que encontraría agua en la provincia de Soria y he de confesar que estuve a punto de abandonar la idea del viaje, pero pensé que o lo hacía ahora (la excusa era ir a Barcelona a arreglar unos documentos) o no volvería a presentarse la oportunidad, así es que me lié la manta a la cabeza y tire para adelante.
El equipaje escueto, a base de camisetas y "gallumbos" limpios para cada día, en dos bolsas de viaje, una de ellas un rulo que Victor me prestó (gracias) y la moto equipada con asiento doble, respaldo con parrilla y pantalla, vamos, en plan "pureta" total. Además, mi Super Smartphone Samsung Galaxy S con GPS que me sirvió para orientarme, encontrar posada y enterarme de como iba el tiempo durante el viaje. Para la lluvia, unos pantalones de agua (el impermeable no lo encontré al salir ¡Rayos!), una riñonera para la documentación y llaves, cazadora de piel y botas. Para el sol, gorra, gafas y protección solar de niño "chico".
Salí de Zahínos a las 7:30 de la mañana con frió y niebla (¿?) que me acompañaron hasta bien entrada la mañana ya en Plasencia. Allí, después de un buen desayuno, cogí la N-110 que atraviesa el Valle del Jerte, hasta el puerto de Tornavacas para seguir hacia Ávila donde llegué ya después de las 19h. Durante todo el Jerte estuve abandonando la nacional para meterme por esta y otra carretera comarcal que me depararon paisajes maravillosos de gargantas frescas entre las sombras interminables de los árboles.
El ascenso al puerto de Tornavacas, con sus curvas imposibles descubría a cada momento rincones y vistas espectaculares del valle; he de deciros, amigos, que yo ya estaba en una nube de la que no me bajaría ya hasta llegar a mi destino.
La visita a Ávila no me defraudó en absoluto, las murallas medievales perfectamente conservadas, sembradas de espectaculares puertas de acceso encierran por completo el casco antiguo por el que al pasear te sientes transportado a otra época, maravilloso.
Mi estancia en un hostal me deparó el conocer a un emeritense que además era motero, dueño de la fonda y que gracias a la común afición de los dos me dejó unos buenos ratos de conversación y el parking gratis.
A la mañana siguiente emprendí el viaje temprano y en un santiamen me puse en Segovia. Los campos de estas provincias están salpicados de iglesias románicas y eso hizo que más de una vez me parase a verlas. Fue pasado Segovia cuando en el horizonte vislumbré la amenaza anunciada de tormenta en forma de nubarrones grises acompañados de destellos y cortinas de agua aquí y allá. Me paré en una gasolinera ya en la provincia de Soria, ya todo gris, donde el gasolinero, además de llenarme el deposito de gasolina por fuera (¡Grrrr...!) me dijo que si iba a Soria ciudad, seguro que iba en dirección a la tormenta, adornando su información con un gesto del brazo como diciendo "¡tela la que te va a caer!". Yo ya me acordaba del impermeable que no había encontrado al preparar el equipaje ("da igual ya me las apañaré") y empecé a dirigirme hacia mi destino.
Efectivamente, el chaval que a punto estuvo de incendiarme la moto tuvo razón al enviarme ahora hacia adonde seguramente se ahogaría, y es que si cogía una curva a la izquierda y parecía que la tormenta quedaba a la derecha, inmediatamente después cogía una curva hacia la derecha que la resituaba al frente de nuevo. Cuando llegúe a El Burgo de Osma, a unos 50 km de Soria allí ya habia caído la de Dios es Cristo a juzgar por como estaba el suelo de encharcado, así es que me metí en una ferretería y compré un traje de agua de esos verdes de toda la vida, un paquete de bolsas grandes de basura y una cinta americana. Hice lo posible por impermeabilizar el equipaje y seguí camino. Cuando llegué a Soria empezó la fiesta de agua rayos y truenos así es que me paré a comer tranquilamente en una estación de servicio esperando a ver si pasaba. Pasó. Y yo me puse en marcha, pero fue un espejismo pues se ve que yo corría más que la dichosa tormenta y la alcancé después de Tarazona y ¡hala!, con tormenta hasta que bien pasado Zaragoza y harto ya de tragar agua, empapado y malhumorado paré en un hotelucho de la N-II el típico de camioneros, dejé la moto a cubierto y huí hacia la habitación a quitarme todo y darme una buena ducha calentita. Ya repuesto y sequito, cuando bajé ya había dejado de llover y clareaba por el horizonte, me senté a tomarme una birra en la terraza de la cafetería viendo llegar y marcharse camiones gigantes de transporte internacional con sus rugidos perezosos, entonces me sentí bien.
A la mañana siguiente muy temprano, casi al amanecer emprendí la marcha con intención de tomarme lo que me quedaba de viaje con tranquilidad, abandonando la nacional para, una vez más, coger carreteras comarcales que me llevaron de nuevo por parajes espectaculares esta vez del desierto de los Monegros.
Fue en N-II cuando me pegué el susto del viaje: llevaba ya un buen trecho de linea continua aguantando la peste que despedía un camión de cerdos y cuando por fin apareció la discontinua y pude adelantar era en una curva de derechas muy abierta y con mucha visibilidad. Pues bien, harto como digo de la peste de los cochinos fue la rabia la que me hizo dar un golpe de acelerador más fuerte de lo necesario para adelantar, tumbado como iba en la curva y a una velocidad, la verdad, un tanto excesiva, no vi aparecer el maldito bache que hizo que la amortiguación de la moto hiciera tope, que me levantó el culo del asiento y me despidió los pies de las estriberas. Afortunadamente, de la misma manera que subí volví a bajar (excepto los h..... que aún los tengo en la garganta) sin aparente daño, la moto "cacho hierro" como es ni tembló y yo cuando me repuse del susto me acordé del equipaje, comprobé como pude con la mano que todo estaba ahí y cuando recuperé el pulso paré en un descanso a recuperar mi fe en Dios (cosa difícil, pues nunca la tuve). Pasados unos minutos ví como pasaba parsimonioso el eterno camión de cerdos y juraría que uno de ellos me miraba con sorna. Siguiéndolo con la mirada resignada mis ojos se pararon en un cartel de carretera que avisaba: "Fin de tramo con firme bacheado".
Después de todo cuando a medida que me aproximaba a Barcelona y veía que el viaje llegaba a su fin un punto de melancolía me invadía, hubiese querido seguir, no sé, hasta el Pirineo, hasta Francia, qué se yo... Cuando me bajé de la moto ya en el parking de Castelldefels me sentí como los marineros que llevan meses de travesía y que al tocar tierra, acostumbrados como estaban al vaivén del barco, se marean. La montura de mi moto se había hecho agradable para mí, tanto que al dejarla me sentí extraño y con una cierta sensación de abandono. Bueno...
La vuelta fué 4 días más tarde, ya en plan tirar millas, por autovía. Mi única preocupación eran los neumáticos, que a una velocidad de 120/140 durante tanto tiempo no sabía como iban a comportarse, pero estos Dunlop son bien duros, ya lo creo, aguantaron de lo lindo. La moto va esupenda a esa velociadad y con la pantalla, la verdad, no te enteras. El primer día hice 750km, el segundo después de hacer noche en Talavera hice los 400 restantes. Tuve tiempo de parar en el conce HD de Mérida, en cuya cafetería tomé un café que por despiste deje de pagar (sorry) y donde me pasaron la moto por el taller para revisar nivel de presión de neumáticos y confirmarme que la moto estaba perfecta, todo gratis, gracias. Ya sólo quedaban ganas de regresar a casa y ver a la familia, la sonrisa de mis hijas me devolvieron a la realidad y me confirmaron que ya había llegado.
Bien, así fue mi viaje, un buen tocho, jajaja, lo sé, pero para mí que nunca había hecho nada igual era importante compartirlo con vosotros. A los que hayáis leído todo el rollo y llegado hasta aquí gracias y a los que no, ¡pues gracias también, que coño!

El rio Jerte a su paso por Cabezuela del Valle


En el sendero hacia el parque natural de la Garganta de los Infiernos


El Valle del Jerte desde el puerto de Tornavacas (impresionante amigos)


Puente romano en El Barco de Ávila



Ávila


El camino estaba jalonado de iglesias románicas como esta


El Burgo de Osma



Tarazona, ciudad mudejar


Preparados para pasar el estrecho


"Y ahora ¿donde pongo yo la cinta adhesiva?..."



Por fin el agua da un respiro



El despuntar del tercer día



¿Arizona? No, los Monegros



Ya en Castelldefels, al más puro estilo californiano




En el viaje de vuelta me dio tiempo para descubrir el maravilloso monasterio de Santa María de la Huerta, en la provincia de Soria.

domingo, 28 de agosto de 2011

CONCENTRACIÓN ALMARAZ 2011


Hola compañeros, pues si, en vista de que las vacaciones este año tenían otro color diferente, y que la feria no ofrecía nada en especial, Loly y el que escribe se pusieron manos a la obra a buscar un finde de los nuestros, un finde motero, ¡¡y que mejor sitio para tal cosa que una concentración de motos!!, ¿obvio no?, pues nada, espabilando a aparejar la burra y monta chati que nos vamos!!! Tres horitas de carretera hasta Almaraz (un día para conducir cojonudo) y allí estamos deseosos de encontrar nuevas experiencias, una buena fiesta y de hacer amigos nuevos que nunca están de mas no? (siempre con el recuerdo de los antiguos presente, ¡¡por supuesto!!)
Montamos la tienda en el mejor sitio, ya que fuimos los segundos en llegar e inscribirnos, y a recorrer el pueblo. Precioso Almaraz, gente acogedora y amable con los forasteros; se nota que hay movimiento en las carteras, pero claro siempre bajo la sombra del monstruo de la central nuclear, haciéndose ver al horizonte como amenazante. Dos exibiciones una de free style y otra de acrobacias de Emilio Zamora amenizaron la tarde del sábado y la mañana del domingo; un concierto de Dani Martín, y la ruta del domingo (que fué preciosa) por la Vera dieron final a un finde perfecto. Y por supuesto nos traímos unos buenos amigos de Puebla de la Calzada, con los que pasamos unos días super agusto; desde aquí saludarlos (Cecilio, Petri, Fernando, Fermín, Inma, Amador y Yolanda) y desear el vernos pronto otra vez. Alli se presentó Jose Luis el Rubio el Domigo y fué una grata sorpresa para los dos ya que no lo esperábamos. Vino solo a pasar el domingo desde Madrid con nosotros, desde luego un detallazo por su parte. Hizo la ruta y comimos juntos, ¡¡¡genial!!!.
Y bueno pues de vuelta a casa otras 3 horitas de moto guapísimas, ya llegando al ocaso del día, recordando los buenos momentos vividos y esperando volver pronto a otra (para no perder la costumbre, por supuesto).
Así en pocas palabras fué nuestro finde motero lleno de motos, fiesta y nuevos amigos, porque siempre es bueno llegar a cualquier sitio y que haya alguién que te mire y te diga, pues tu cara me suena o que tal amigo; es muy gratificante que te recuerden.
Aquí os dejo algunas fotos para que también disfrutéis un poco de lo que nosotros disfrutamos.
Un saludo amigos y nos vemos en la carretera.

Pedazo de carpa

Algunas curiosidades que vimos


Un simulador de caballitos, una pasada


Nuestro amigo Amador en acción

Los portugueses del free style

Uno de los muchos saltos que hicieron


De izda a derecha Yolanda, Amador, Petri y el menda

He aquí los amigos de Puebla de la Calzada con nosotros

Un momento preciosos del concierto de Dani Martín


Monta chati que nos vamos de ruta a la Vera


Otra buena foto de grupo, a que si!!!!

En la comida de despedida


El amigo Amador con el premio a la moto mas nueva


Yo con nuestro amigo el jamón acompañando
al PATA NEGRA de ALKORNOMOTOS Gracias Jose Luis

sábado, 13 de agosto de 2011

MÁS DE JOSÉ LUÍS

Como el administrador ha estado de vacaciones hemos de disculparnos con nuestro amigo "El Rubio" por no haber publicado antes estas fotos. Un saludo amigo, nos vemos en la carretera.
LOS "8 MAGNIFICOS" EN RUTA PARA FARO

COMODIDAD BIKER

CURIOSO VIDEO QUE NOS ENVÍA JOSÉ LUÍS